El Pasto Bermuda se caracteriza como el pasto más tolerante a condiciones de sequía. Cuando éste se somete a condiciones extremas, la cubierta del mismo exhibe un color amarillo con una cubierta irregular. Sin embargo, recupera su aspecto normal al recibir humedad de nuevo mediante sus conductos raizales subterráneos.
Por lo general, la frecuencia de riego del Pasto Bermuda depende del uso que tenga, así como también de los siguientes factores ambientales:
- Humedad
- Viento
- Intensidad lumínica
- Temperatura cálida (>30°C)
Generalmente los requerimientos de riego incrementan cuando el nivel de mantenimiento es alto. Por ejemplo, los niveles de mantenimiento en cuanto a uso disminuyen así: campo de golf > canchas deportivas > jardín/patio > costado de carreteras. Entre más bajo mantengan el pasto, más riego se requiere para mantenerlo en condiciones óptimas. De igual modo, entre más viento, intensidad lumínica y alta temperatura, más riego se requiere para mantenerlo en aspecto saludable. La toma de agua del Pasto Bermuda puede variar entre 2.5 a 7 mm, diario dependiendo de la presencia de los factores ambientales.
La frecuencia de riego también depende del tipo de suelo en la región. Los suelos arcillosos, por ejemplo, retienen más el agua que suelos arenosos y por consecuencia requieren de menos riego. La profundidad de los conductos raizales también influye en la frecuencia de riego. El 80% de las raíces se encuentran en los primeros 20 cms. bajo la superficie, sin embargo, cuando el suelo es suave (arenoso) y permite el desarrollo profundo de las raíces, se puede practicar el riego esporádico e infrecuente que permite crear un pasto que tolera sequía. Por otra parte, los campos de golf que deben mantener el pasto de baja altura y que emplean el riego por aspersión (ligero y frecuente), fomentan el desarrollo de un pasto más sensible a la sequía, aquél con raíces cortas que debe recibir riego rutinario para prevenir la decoloración.
Es importante cuidar y prevenir el exceso de riego en suelos arcillosos, el pasto no tolera condiciones de encharcamiento, que se traducen en anegamiento y/o compactación. Se recomienda inclusive suavizar los suelos arcillosos utilizando un arrope de arena, la arena desplazará la compactación arcillosa abriendo paso para el escurrimiento de agua durante el riego. Adicionalmente, también se utilizan métodos de aeración por broca para suavizar el suelo arcilloso. Es importante contemplar estas prácticas de aireación sobretodo en áreas con alta compactación y tráfico (campos de golf y canchas deportivas).
La frecuencia y altura de corte del pasto Bermuda depende de la variedad, el uso, y el nivel de mantenimiento. Por lo general, el pasto genera una cubierta densa y resistente al tráfico cuando se corta entre 1.3cm y 2.5cm de altura (la altura menor aplica para campos de golf y canchas deportivas, y la mayor para jardines y/o patios). Cuando se deja crecer arriba de los 2.5cm de altura, el pasto exhibe una apariencia verde y saludable, sin embargo con menos tolerancia (recuperación) al desgaste por tráfico y suele mostrar marchitez temporal a las horas mas cálidas del día debido a un mayor consumo de agua. El Tifway 419 o el Bermuda TifGrand, ambos pastos híbridos de textura fina, deben mantenerse máximo a 2.5cm de altura. Si se deja crecer más, el pasto se vuelve esponjado y los tallos expuestos a futuros cortes que puede ocasionar daño al mismo.
Como recomendación general para el corte del Pasto Bermuda, no debe cortarse más del 40% de la masa de las hojas en un solo corte para no debilitar el mismo. Entre menos altura se le permita al pasto, se debe cortar con más frecuencia. El pasto en jardines/patios debe mantenerse entre 2.5cm y 3.8cm, con cortes cada 5-7 días. Se recomienda utilizar máquinas de tipo “reel” ( Carrete ) para la poda del pasto bermuda, desde 5 a 10 cuchillas para poder mantener la textura fina y densa tan característica de estos pastos.
Para generar una cubierta verde de aspecto saludable, el Pasto Bermuda requiere La cantidad de fertilizante a aplicar depende del uso del pasto, la estación anual, el tipo de suelo donde está sembrado y la variedad en cuestión. Los “greens” de golf y las canchas de tenis son relativamente altos consumidores de nitrógeno por lo regular se fertilizan cada semana o catorcena, los “fairways” y las canchas deportivas son consumidores intermedios sulen fertilizarse catorcenal o mensualmente, mientras los jardines/patios se caracterizan como bajos consumidores de nitrógeno , una o dos veces por cada temporada activa de crecimiento.
Como ejemplo, un pasto de alto mantenimiento, como lo son los campos de golf y canchas deportivas, se recomienda una aplicación aproximada de 0.5kg. de nitrógeno por cada 95m2 por mes durante la etapa de crecimiento (meses de primavera). Por otra parte, se debe cuidar el exceso de fertilizante puesto que esto ocasiona incremento en corte, riego y control de maleza (incremento en mantenimiento). Durante la estación invernal, cuando adormece el pasto, se recomienda un arrope de composta para proveerle la temperatura y nutrientes necesarios para pasar el invierno.
El tipo de suelo donde se encuentra sembrado el pasto también es un factor principal para definir la cantidad de fertilizante necesaria. El suelo arenoso requiere aplicaciones ligeras y frecuentes de nitrógeno considerando que hay alta porosidad y poca retención. Por lo general los suelos arenosos retienen poco de todo, incluyendo potasio y fósforo e igualmente se deben aplicar estos elementos para fortalecer el pasto. En lo particular, el potasio es importante por su aportación hacia el crecimiento y desarrollo de las raíces, así como también protege el pasto contra cambios de temperatura extrema, sequía y la exposición diaria del mismo.
Se recomienda también aplicar la práctica de aeración sobre el pasto para mejorar la calidad del suelo donde crece el mismo. La aeración es una práctica que involucra romper la capa compactada de suelo mediante inserción de estacas o cuchillas, las cuales vienen integradas en un rodillo que se desliza superficialmente sobre el pasto. La aeración del suelo permite mejor drenaje de agua y nutrientes hacia las raíces ya que rompe la capa formada también por los residuos de corte que se acumulan y bloquean el movimiento de humedad acumulando en la superficie y haciendo el césped propenso a enfermedades.
La aeración, en conjunto con arropes de compostas y arena, cortes rutinarios, y fertilización moderada, fortalece la salud y el vigor del pasto, y promueve el crecimiento denso y uniforme de la cobertura superficial del pasto.
Enfermedades, plagas y malezas
El pasto Bermuda tolera distintas condiciones ambientales y sobrevive naturalmente en lugares donde la fertilidad del suelo y la lluvia no sean factores limitantes, así como también las temperaturas invernales no desciendan de manera extremosa. El Pasto Bermuda puede encontrarse con algunos contrincantes de maleza y plagas, éstos solamente suelen incrementar en probabilidad cuando se trata de pasto de alto mantenimiento. Las aplicaciones de nitrógeno en cantidades elevadas, cortes pequeños y frecuentes, así como riego rutinario incrementan la exposición del pasto hacia enfermedades y plagas.
Algunos insectos y plagas que se atacan el Pasto Bermuda incluyen gusano soldado, gusano falso medidor, gusano cogollero, gusano blando, hormigas, araña y cochinilla. Algunos se alimentan de la sabia de las hojas, mientras que otros atacan directamente a la raíz inhibiendo el desarrollo adecuado del pasto. Para exterminar plagas, por lo general se recomienda utilizar soluciones químicas (pesticidas), o bien biológicas (es decir, añadiendo poblaciones depredadoras de la plaga en particular). Sin embargo, el pasto Bermuda puede tolerar naturalmente cierta cantidad de estas plagas e invasiones siempre y cuando no pasen al extremo.
Cuando el pasto exhibe señales de enfermedad (amarillamiento o debilitación), es importante que se disminuya o se descontinúe temporalmente las aplicaciones de fertilizante (nitrógeno). El fertilizante en este caso podría darle fuerza a la plaga para seguir reproduciéndose. Por otra parte, es esencial el no dejar de regar el pasto para darle fortaleza durante la lucha contra la plaga en particular.
En el caso de hongos, existen varios parásitos incluyendo marchitamiento de primavera, tizón, mancha café, roya, pythium y “dollar spot”. Estas enfermedades proliferan en temporada húmeda o en presencia de roció excesivo y noches frescas principalmente. Existen varios fungicidas para combatir dichas enfermedades, se recomienda practicar aplicaciones preventivas de fungicidas cuando uno reconoce que existe un problema de hongos en su pasto.
Para controlar algunas variedades de maleza que pueda invadir al pasto es importante mantenerlo siempre saludable. Es decir, cuando la cubierta de pasto se empieza a abrir debido a condiciones desfavorables en el suelo o sombra extrema, la maleza aprovecha para tomar el lugar del pasto en estas áreas. Algunas variedades de maleza invasora incluye trebol, diente de leon, pasto hurraco, “henbit” y “dallisgrass”. Estas variedades pueden controlarse con aplicaciones de producto químico como lo es el MCPP Dicamba, y el MSMA. Inclusive, para combatir el pasto hurraco y el “dallisgrass”, que son variedades de maleza anuales, se recomienda realizar aplicaciones preventivas de MSMA. Aún y cuando se utilizan controles químicos para combatir la maleza, es de suma importancia el buen mantenimiento del pasto (es decir, cuidar la frecuencia de riego, cuidar la frecuencia e intensidad de la poda, nutrientes en el suelo, así como emplear prácticas de aeración y arrope para darle fortaleza al mismo).